aprendizaje de virtudes, se reflexiona y estudia desde la interpretación y visión de la filosofía
desde una perspectiva en cómo se fusionan filosofía y educación. En palabras de Cerletti: “Esta
actividad es, justamente, el filosofar, por lo que la tarea de enseñar – y aprender – filosofía no
podría estar desligada nunca del hacer filosofía. Filosofía y filosofar se encuentra unidos,
entonces, en el mismo movimiento, tanto de la práctica filosófica como de la enseñanza de la
filosofía.” (3). En este sentido se puede abordar el proceso de enseñanza-aprendizaje desde
una filosofía de la praxis, una filosofía para la vida, la cual es comprendida por quiénes
aprenden y que pueden desarrollarse por una serie de estrategias y didáctica que promuevan y
manifiesten una nueva actitud del alumno.
El ejercicio del pensar que promueve la filosofía busca generar una actitud reflexiva que
se ubique como actitud filosófica, para hacer evidente la posibilidad de aprender a darse
cuenta, de aprender a pensar, de aprender a elegir y de aprender a actuar, aprendizajes –
todos ellos– que colaboran para aprender virtudes.
La expectativa de aprender y enseñar filosofía y que se pretende lograr con las
estrategias a desarrollar y aplicar, -llevar a la filosofía al plano de lo vivencial- parte
precisamente de entender a la filosofía en sus dos niveles –aprendizaje y enseñanza– desde
dos posturas o direcciones de pensamiento. La primera, desde la Filosofía del deporte, la cual
permite realizar un análisis y una reflexión sobre la acción humana en un ámbito social y
normativo como lo es el juego y la práctica del deporte, el cual se ve nutrido por su esencia
Por otro lado, e inherente al proceso de enseñanza y que va de la mano de esta visión,
definir y asumir a la filosofía, como un modo de vida, es decir, comprender a la filosofía como
posibilidad de reflexión, como ejercicio de hábitos –virtudes-, como apertura para Darse
cuenta del mundo, como actitud ante la vida y como posibilidad abierta para aprender. La
enseñanza de la filosofía entonces, es concebida como un ejercicio y actitud cotidiana y
vivencial en el cual el espacio áulico es y debe ser un ámbito procesual para manifestar y
generar un conocimiento significate, es decir, un conocimiento para la vida, por lo tanto, un
modo de vida.
En este punto surge un cuestionamiento ¿cómo lograr éstos aprendizajes? con base en
las estrategias, las cuales se diseñan y proponen su aplicación para saber cómo hacer, pero
más importante es el ¿para qué aprenderlo?. Al respecto, es desde una mirada de la filosofía
del deporte y filosofía para la vida la que nos ayuda comprender que éstas direcciones del
pensamiento filosófico son las puertas para aprender a pensar, aprender a elegir, aprender a
actuar y por lo tanto, aprender a vivir
1. Cómo te puede ayudar el aprender a pensar, para saber cómo actuar en esta pandemia del covid-19.
2. Durante la contingencia sanitaria, que aspectos de tu vida haz valorado más; y por qué.
3. ¿Por qué es importante aprender a filosofar todos los días?
4. ¿Completa la frase del Filósofo español Ortega y Gasett: “Yo soy yo y mi circunstancia…. Y”
5. Según tu propia experiencia, ¿cómo interpretas esa frase?
6. Captura una fotografía que te recuerde tu circunstancia actual.
7. Realiza un video no mayor a 30 segundos o 1 minuto donde expreses o se vea expresada lo más importante de tu vida.
8. Qué significa para tí, ser el arquitecto de tu propia vida, el diseñador.
9. Qué significa para tí, ser el actor de tu vida.
10. Bauman acuña el termino, ser el AUCTOR de la propia vida. Cómo interpretas este concepto del filósofo Zygmunt Bauman. Puedes investigar más en su obra el Arte de la vida.
Por último el maestro les enviará el link para que suban sus actividades en el drive de google.
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